Madragoa es linda

Doña Preciosa conoció a su marido en Madragoa una víspera de San Antonio, a los 20 años. Allí se casó poco después, allí tuvo a sus dos hijas, allí enviudó hace cerca de 30 años y allí ha cumplido sus 76. Dona Preciosa (en portugués) comenzó a vender lotería por las calles de Lisboa cuando se fue a vivir a este barrio lisboeta que, pese al encanto de sus calles, su Historia, su Arquitectura y la amabilidad de sus gentes, pocos visitantes conocen bien.1

Fotografía de 'Dona Preciosa' en la 'Rua da Esperança' tomada por sieteLisboas.

Fotografía de ‘Dona Preciosa’ en la ‘Rua da Esperança’ tomada por sieteLisboas.

Madragoa é lindaaa…” -canta Dona Preciosa, como si de un número con los que reparte suerte se tratara. Los presentes sonreímos, le brindamos un aplauso y, con ganas de volver a pasearnos por el barrio, nos despedimos.

Dona Preciosa ha venido a darnos uno de los testimonios de los habitantes de este barrio que a través de la tradición oral cuentan la historia del siglo XX. E incluso la del XIX, cuando comenzó a poblarse de personas oriundas de la zona del distrito portugués de Aveiro. De localidades como Ovar, que dio nombre a las nuevas residentes de Madragoa: varinas, dedicadas a la venta de frutas y de pescado, después de que los hombres sacaran sus barcas de madrugada y regresaran a la playa de Santos.

Fotografía de la 'Rua Trinas' tomada por sieteLisboas.

Fotografía de la ‘Rua Trinas’ tomada por sieteLisboas.

Ahora bien, la historia del aumento de la población de esta área lisboeta se remonta a los siglos  XVI y XVII, tras la llegada del rey D. Manuel I al antiguo Convento das Comendadeiras, que tras haber sido mandado construir como casa de acogida por el primer rey de Portugal, D. Afonso Henriques, pasó a ser convento y, posteriormente, palacio.

Se cuenta que el desplazamiento de D. Manuel I podría estar relacionado con la búsqueda de un lugar más salubre y alejado de los grandes focos de peste de la época. (Lapa, el barrio justo al norte de Madragoa, también se conoce como la zona de los “Buenos Aires”.) Y lo que sí se da por cierto es que, desde su nueva residencia (luego Palacio de los Marqueses de Abrantes y ahora Embajada de Francia), D. Manuel I podía divisar la entrada y salida de los navíos que iban y venían de las colonias de ultramar, especialmente porque fue entonces cuando la gestión de la zona ribereña pasó a manos de la monarquía. Así como también fue entonces cuando, para satisfacer las necesidades del rey y de la corte, Madragoa se fue construyendo, casi como hoy lo conocemos, con el fin de albergar a los nuevos moradores.

Fotografía de la 'Igreja Santos-o-Velho' tomada por sieteLisboas.

Fotografía de la ‘Igreja Santos-o-Velho’ tomada por sieteLisboas.

Junto al palacio encontramos también la Igreja de Santos-o-Velho, levantada en honor a tres hermanos católicos que, según la leyenda, fueron echados al río Tajo por los romanos, y cuyos cuerpos fueron recogidos por los pescadores de la zona. Máximo, Veríssimo y Júlia continúan siendo venerados hoy por su condición de mártires.

Fotografía del claustro del 'Convento das Bernardas do Mocambo' tomada por sieteLisboas.

Fotografía del claustro del ‘Convento das Bernardas do Mocambo’ tomada por sieteLisboas.

Religión, Historia, vida de comunidad y Cultura se entremezclan en otro antiguo convento de la zona, uno de los muchos que la habitaron: el Convento das Bernardas do Mocambo.2 Sobre el claustro de este convento -donde, actualmente, se encuentra el Museu da Marioneta, el restaurante A Travessa y en el que todavía viven familias- no es difícil conseguir testimonios de cuando la vida bullía cercada por un horno, una taberna, la capilla del convento convertida en cine-teatro… Era como la plaza de un pueblo, donde los más pequeños jugaban al escondite resguardados por las columnas del porche.

Fotografía del 'Lavadouro das Francesinhas' tomada por sieteLisboas.

Fotografía del ‘Lavadouro das Francesinhas’ tomada por sieteLisboas.

En aquel lugar, aunque recuperado al igual que el Lavadouro das Francesinhas (lavadero), se escuchan los ecos de los fados que también por allí se cantaban.3 Se respira la nostalgia de quienes luchan por mantener la cotidianidad de lo cercano. Los buenos días del vecindario. Las buenas noches del que sabe que no despertará solo en una capital que cambió su ritmo pero, afortunadamente, no siempre perdió sus buenas costumbres. Por eso, también es, que “Madragoa es linda”.

Fotografía toma en el 'Bairro da Madragoa' por sieteLisboas.

Fotografía tomada en el ‘Bairro da Madragoa’ por sieteLisboas.

1.- Nota: Madragoa cuenta con una de las mayores concentraciones de casas con fachada de azulejos de Lisboa.

2.- Nota: El barrio da Madragoa también era conocido como el barrio do Mocambo, debido al número de esclavos que vivían en los alrededores de palacio, en la época de D. Manuel I.

3.- Nota: Este barrio, pese a ser menos conocido que otros como Alfama, Mouraria o el Barrio Alto, también está marcado por el Fado.

Autora: Fátima Valcárcel
Fecha de publicación: 6 de agosto de 2014

Datos de interés:

A. El barrio da Madragoa pertenecía a la freguesia de Santos-o-Velho hasta la reorganización administrativa de 2012. Actualmente, forma parte de la freguesia da Estrela.

B. Para más información sobre visitas guiadas gratuitas al barrio da Madragoa, pinchar aquí. (Este texto fue escrito gracias a la visita guiada que comenzó en el Museo de la Marioneta el 26 de julio de 2014.)

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2 comentarios

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  1. ignasi dice:

    Muy bonita esta entrada, muy literaria y sugerente, gracias Fátima.

    • Fátima Valcárcel dice:

      Soy yo quien agradece el comentario, Ignasi. Y gracias también a los habitantes y trabajadores del barrio ‘da Madragoa’, porque sin sus testimonios no habría sido posible escribir este texto. ¡Feliz fin de semana! :-)

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