El Sporting Clube de Portugal
Texto inédito escrito por Michael Costa Gabriel para sieteLisboas. Hijo de padres portugueses, Costa Gabriel nació y vive en Canadá, pero pasó largas temporadas en Portugal y España, donde trabajó y estudió. Es hispanista y un fiel seguidor del Sporting Clube de Portugal.
Verde. El color de la esperanza. Para el Sporting Clube de Portugal, fundado el 1 junio 1906 en Lisboa, el verde representa la esperanza en un gran futuro por parte de los fundadores de este club centenario. Con el lema “Esfuerzo, Dedicación, Devoción y Gloria”, el Sporting se presenta con la valentía de un león, figura central de su escudo. Con el león rampante sobre su pecho, símbolo adoptado del escudo de armas de uno de sus primeros seguidores, el club y sus figuras son apodados “Los Leones” y sus aficionados sportinguistas.
Se caracteriza por ser un club históricamente polideportivo, con éxitos en varios deportes, que tiene su casa es el estadio José Alvalade. Conocido tiernamente entre sus seguidores como Alvalade. Su designación supone un justo homenaje a José Alavade, catalizador de la formación del club. Desde el primer momento, José Alvalade quiso crear “un gran club, tan grande como los más grandes de Europa”. Y hoy se puede decir, sin duda alguna, que el Sporting es una referencia del deporte europeo y mundial.
Caracterizado por su camiseta verdiblanca y el león rampante, entre los triunfos más sonantes del Sporting está la conquista de la Recopa de Europa de la UEFA de 1964, conseguida tras vencer el MTK Budapest. Con un largo historial de victorias nacionales e internacionales en el atletismo, el club leonino es uno de los más laureados del fútbol portugués y un referente en el ámbito de la formación. Con Luis Figo y Cristiano Ronaldo como máximos ejemplos de su capacidad en este área, el Sporting es el único club portugués que ha formado, no sólo uno, sino dos Balón de Oro. Motivo de gran orgullo para su afición.
El Sporting es un club portugués y su alma es inconfundiblemente portuguesa. Se trata de un club que representa, a través de su propio nombre, la totalidad de Portugal, sin excepción. Sin embargo, también es cierto que Lisboa no sería la misma sin el Sporting, ni el Sporting lo sería sin Lisboa. La relación entre el club y la ciudad es viva y apasionada. Sus colores, cánticos y calor humano se hacen sentir por toda Lisboa en los días de partido. Como el clásico Cheira Bem, Cheira a Lisboa de Amália Rodrigues, tantas veces coreado por su afición notoriamente fiel.
La historia del Sporting, construida a lo largo de los años por grandes figuras como Peyroteo, Joaquim Agostinho, Vítor Damas o Naide Gomes, a mí me ha tocado personalmente. Soy hijo, nieto, sobrino, primo y amigo de sportinguistas. Me acuerdo de asistir a mi primer partido, con el gigante dinamarqués Peter Schmeichel en la portería y Ricardo Corazón de León Sá Pinto liderando el ataque. Momentos únicos para alguien que ha vivido desde lejos una pasión profunda por un club y una forma distinta de estar en la vida y en el deporte.
Como se dice en Portugal, el Sporting y su afición son diferentes. Muchas han sido las victorias y alegrías. El sportinguista se acuerda de los momentos buenos ante lo malo y mantiene su fe en este equipo de color verde, el verde de la esperanza. Suya es la historia de un grande. De un club tan grande que es de todo Portugal, con la debida responsabilidad y honor.