El Azulejo Contemporáneo en Lisboa
Texto original escrito en portugués por Ana Almeida de la Rede Temática em Estudos de Azulejaria e Cerâmica João Miguel dos Santos Simões de ARTIS – Instituto de História da Arte da Faculdade de Letras de la Universidad de Lisboa, para sieteLisboas.
Fotografía de los azulejos del viaducto de la ‘Avenida Infante Santo’ (obra de Eduardo Nery), tomada por Ana Almeida y cedida a sieteLisboas.
Lisboa muestra, en sus espacios públicos, un gran número de ejemplos de referencia de artistas de los siglos XX y XXI, que han utilizado la cerámica como material de revestimiento.
Si recorremos la Avenida Infante Santo o viajamos en el Metropolitano de Lisboa, por mencionar algunos lugares, podremos tener una visión amplia y clara de los principales artistas y de la gran diversidad de obras realizadas con azulejos, que marcaron la segunda mitad del siglo XX portugués.
A finales de la década de 1940, y sobre todo en los años cincuenta y sesenta, en Lisboa se registró un alto grado de desarrollo urbano, que se tradujo en la construcción de nuevas calzadas y equipamientos, principalmente relacionados con el transporte, que reflejan las características del Movimento Moderno (Movimiento Moderno). Este Movimiento se reconoce por la integración de distintos materiales y por la llamada integración de las Artes, sinónimo de un nuevo código llegado desde Brasil, que se vuelve visible, especialmente, en la Avenida Infante Santo.
Este camino incluye, a lo largo de toda su estructura viaria, un conjunto de viviendas construido entre 1955 y 1960. Junto a las escaleras de acceso a cada bloque de apartamentos se encuentran revestimientos de azulejo de los autores: Rolando Sá Noguiera, Maria Keil y Alice Jorge en colaboración con Júlio Pomar y Carlos Botelho, quienes, de modo actualizado, aplican técnicas tradicionales mostrando temáticas relacionadas con el imaginario de la ciudad de Lisboa, bien por su Arquitectura o bien por sus personajes.
Décadas más tarde, en los años noventa, el artista Eduardo Nery diseñó un revestimiento del mismo tipo para una escalera situada en esta misma avenida y, en 2000-03, dejó su marca en el revestimiento del viaducto de esta carretera urbana. El primer revestimiento de Nery para esta avenida data de 1994 y también tuvo como destino una escalera. Las dos paredes de la escalera fueron revestidas con placas cerámicas a tres tonos de naranja, por lo que permite diversas lecturas dependiendo de la posición del observador y de la incidencia de la luz. Asimismo, en esta avenida encontramos un revestimiento monumental de azulejos, de cerca de 1.900 metros cuadrados, que provoca un gran impacto visual y que también es de Nery.
Inaugurado en 1959, el Metropolitano de Lisboa es, todavía hoy, un espejo del Arte contemporáneo, con presencia en sus estaciones de los principales artistas portugueses, quienes en una gran parte escogieron el azulejo para sustentar sus creaciones.
Las primeras estaciones que se inauguraron (1959-72) contaron con la colaboración de Maria Keil, a quien se le indicó que no podría usar motivos figurativos. Por este motivo, la artista optó por sacar partido del azulejo, como módulo de repetición. Sus obras se hallan colocadas en los vestíbulos y en las escaleras de acceso a los andenes, evocando el brillo de los azulejos de exterior en el interior subterráneo del Metropolitano.
A finales de la década de 1980, el Metropolitano inauguró nuevas estaciones, a la vez que recalificó las estaciones que ya existían para las cuales fueron llamados diferentes artistas.
Así, Rolando Sá Nogueira diseñó la obra plástica de la estación Laranjeiras, Júlio Pomar la de la estación Alto dos Moinhos y Manuel Cargaleiro la de la estación Colégio-Militar Luz, situadas en la línea azul. Mientras que, en la línea amarilla, Maria Helene Vieira da Silva fue la responsable de seleccionar el tema del revestimiento de la estación Cidade Universitaria y Eduardo Nery concibió el programa para decorar la estación Campo Grande.
En cuanto a la recalificación de las estaciones ya existentes resultan particularmente interesantes las obras de Helena Almeida en la estación Rossio (1994), la de Bela Silva en la estación Alvalade (2005), la de Françoise Schein en la estación Parque (1994) y la de Júlio Resende en la estación Jardim Zoológico (1994).
Con la realización de la Exposición Universal de Lisboa de Lisboa en 1998 (Expo’98), debido al consecuente desarrollo urbano de la zona oriental de la ciudad, ese mismo año el Metropolitano inauguró una nueva línea, la roja, que contó con la colaboración de Querubim Lapa en la estación Bela Vista y con Jorge Martins en la estación Chelas. La estación Oriente, por la que se accede al Parque das Nações (Parque de las Naciones), en su espacio incluye paneles de azulejos de artistas oriundos de distintos continentes como son: Joaquim Rodrigo, Hundertwasser, Yayoi-Kusama, Raza, Errö, Zao Wou Ki, António Ségui, Arthur Boyd y Sean Scully.
Fotografía de los azulejos de la ‘Casa da Sorte’ (obra de Querubin Lapa), tomada por Ana Almeida y cedida a sieteLisboas.
También en Lisboa se pueden observar otras obras realizadas con cerámica como: la Casa da Sorte (1963), que se encuentra en Chiado y cuya fachada e interior fueron diseñados enteramente por Querubim Lapa en colaboración con el arquitecto Conceição Silva; así como el gran muro de la Avenida Calouste Gulbenkian de João Abel Manta (1971-82) o la Sétima Colina (1994) de Luis Camacho, que ofrece un homenaje a la ciudad mediante las citadas siete colinas.
Fotografía del panel de azulejos ‘Sétima Colina’ (obra de Luis Camacho), tomada por Ana Almeida y cedida a sieteLisboas.
Datos de interés:
En el site de la Rede Temática em Estudos de Azulejaria e Cerâmica João Miguel dos Santos Simões existe una estupenda Cronología del Azulejo Portugués que, en principio, se considera que no debería resultar de difícil comprensión para el lector hispanohablante, pese a estar escrita en portugués. Además, las imágenes también merecen la pena.
