De paso por el Cementerio de los Placeres
Prazeres es uno de los destinos más conocidos por los turistas, por ser una de las terminales de los tranvías 25 y 28, pero son pocos los que saben que esta parada se encuentra frente a uno de los cementerios más bonitos del mundo, que precisamente detenta este nombre: Placeres.
Pese a tratarse de un “museo a cielo abierto” como lo describen sus folletos, los cementerios de París, Londres, Buenos Aires, con los que ahora me nace compararlo, siempre están más concurridos, ¿por qué?
Seguramente porque la verdadera apuesta de la Câmara Municipal de Lisboa (Ayuntamiento) por dar a conocer el valor cultural de este cementerio es reciente y, sin duda, porque la todavía más reciente llegada del historiador Licínio Fidalgo al Cementerio de los Placeres es la que realmente está cambiando las cosas. Sólo hay que escuchar hablar de él a uno de los guardias de la entrada para sentir la contagiosa pasión que Fidalgo pone en sus investigaciones y en las explicaciones de sus visitas guiadas.
Sobre Prazeres ya hace tiempo que se han publicado algunos textos en castellano como el interesante capítulo ‘Lisboa para necrófilos’, del muy recomendable libro Lisboas;1 y también existen otros en diversas lenguas.
Sin embargo, al margen de leer lo que ya está escrito, de observar las fotografías que les presentamos, de ver la traducción de sieteLisboas del los textos sobre el cementerio cedidos por el Ayuntamiento -en los que se habla de Arquitectura Fúnebre, Heráldica, Escultura, Masonería, Personalidades de la Historia de Portugal, Muerte e Inmortalidad y de la curiosa capilla del cementerio (hoy, Núcleo Museológico de los Cementerios Municipales de Lisboa, donde se encuentra la antigua Sala de Autopsias)- o de apuntarse a uno de los paseos gratuitos, si tienen tiempo les recomendamos dejarse sorprender por su propia experiencia.
Perderse unas horas por Prazeres ya vale la pena. Es el cementerio más visible de Lisboa, gracias a su privilegiada localización frente al Puente 25 de Abril o a Monsanto, y lo que se ve y se respira allí no he conseguido reflejarlo en un texto. Tras enfrentarme a una hoja en blanco durante semanas, finalmente me he rendido ante un único párrafo, que se queda muy corto:
Prazeres son recuerdos de las personas queridas que se fueron, son retazos de canciones del pasado, son reflexiones sobre las estructuras sociales, es la cercana presencia de los aviones que te levantan la cara hacia el cielo, es el canto de los pájaros que componen su fauna, son las sombras de los cipreses de su flora, son los bancos donde sentarse a descansar (¿o a esperar?), es el gato que te mira y al que miras, son sorpresas dibujadas en vidrieras salpicadas por el sol, es belleza y es paz. Y sí, también un cierto desasosiego.
Autora: Fátima Valcárcel
Fecha de publicación: 21 de abril de 2015
1.- Nota: Vaz de Cunha, Rui (2008). Lisboas. Colección de Narrativa ‘Gerión’. Diputación Provincial de Huelva.